lunes, 8 de octubre de 2012

Un Día como HOY...



Érase una noche de luna llena, cuando tuve un hermoso sueño, de pronto me vi debajo de un balcón y en él había un niño rubio, hermoso, que me llamaba diciendo: 

"Mami, mami, cuándo estaré contigo?" 

No les puedo explicar cómo me sentí a la mañana. Sólo sé que me desperté con sentimientos encontrados. 

Por eso, cuando supe que estaba embarazada sabía muy bien que sería varón mi primogénito, lo que no imaginé fue todo ese viaje de amor, lucha, enseñanza, paciencia, constancia, perseverancia, en pocas palabras del aprendizaje que me esperaba.



El inicio fue difícil, la aceptación costó y mucho, pero finalmente llegó y lo puedo decir sin culpa, porque jamás estamos preparados para ello, ya que la sociedad nos impone una estructura, un modelo del hijo a tener. 


Por eso, HOY puedo decirles que aquellos padres, familia, amigos, o cualquier persona de tu entorno que no acepte a tu ángel, se pierde la oportunidad de vivir una gran y rica experiencia.


El nacimiento de mi ángel fue apenas una ínfima parte de lo que me esperaba, el momento más crítico para mí fue un día como hoy 08 de Octubre en el 2003, 48 horas después de su primera operación al corazón, había agarrado una sepsis generalizada en la sala de operaciones y nosotros sin saber nada; sin embargo yo tenía un mal presentimiento, sabía que algo le pasaba a mi hijo... cuando de pronto el médico sale a decirnos: "Francesco tuvo un paro cardíaco de 15 minutos, pasen a verlo que cualquier cosa puede suceder" fueron días muy críticos, días que conocí a mi Divino Niño, días de compromiso del alma con Dios. 

Mi corazón se desgarraba de dolor, no hacía mi vida sin mi hijo, luchaba contra mis peores pensamientos y sentimientos, hasta que recurrí a ÉL y le entregué mi dolor. Aquella mañana bajé a la capilla del hospital a pedirle, con el corazón en las manos, que si Él creía que yo sería buena madre, que por favor me lo dejara y se le puse mi corazón acongojado en sus manos.


Quizás ni yo misma sabía la dimensión de aquellas palabras, de esa conversación, de aquél compromiso con DIOS, pero era mi hijo y lo quería conmigo; a pesar de la sugerencia que días antes  una enfermera le había "sugerido a mi madre" que lo mejor que me podía pasar era que Dios se lo llevara,  que ganas de traer abajo a la gente y más a una persona mayor encima era su primer nieto!! 


Los deseos se cumplen, Dios evaluó y me dio la oportunidad de demostrarle que lo querría más allá de mi propia vida, que cuidaría de la mejor manera a ese ángel suyo que había llegado y que sabía sería la alegría de mi vida y de los que verdaderamente lo amaran. Mi Divino Niño tuvo una increíble recuperación y pasó a su habitación después de 22 días intensos.


Jamás me arrepentí de mis palabras, estaba feliz, y aunque no sabía qué me deparaba, ni cómo seguía el camino, tenía conmigo a mi Divino Niño y eso era lo único que me importaba. 


Fue como entrar a un túnel, aunque generalmente son oscuros, este era totalmente iluminado, una luz blanca nos brindaba el calor y había tanta gente que sólo me quedaba seguir el camino. 




Eran ángeles que encontré siempre a mi paso, en mi camino, de una u otra forma, Dios me decía:


"Aquí estoy contigo, no estás sola".


Cómo estarlo con tan bello ángel que me regala sonrisas hasta en el peor de los momentos? 


¡¡¡IMPOSIBLE!!! 


Esa sonrisa siempre ha sido mi motor para seguir adelante
 y aún lo sigue siendo...





¡CONFÍO TANTO EN MI HIJO, CREO TANTO 
EN FRANCESCO Y 
EN LA CAPACIDAD QUE TIENE! 

que sé logrará muchas cosas, por eso no dudo en buscar todo lo que sea bueno para él.

Además tengo un compromiso con DIOS.

Viendo esta carita fácilmente se puede deducir lo siguiente:

"Miren papis, sé que el camino no ha sido fácil, pero aquí estamos".
¿¿¿Cómo no seguir adelante por tan hermoso ángel??? 

Además conquistó mi corazón y es
Él quién me indica el camino.

Él quien me marca las pautas, yo sólo lo sigo despojándome de egoismos personales, terrenales, para que nada interfiera para con Él.

Entonces aprendí que la vida es más simple de lo que pensaba, es tan sencilla que ni siquiera la imaginaba así.


Sé que el camino no termina, porque todavía hay mucho por recorrer, pero es inevitable pensar HOY en todos esos momentos difíciles, en especial  cuando lo diagnosticaron con TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo o también llamado Espectro Autista) y las pastillas le afectaron y se puso auto-destructivo, me sentía desconcertada, pero aún así, mi ángel tenía una sonrisa y eso me ayudaba a pensar mejor.

No puedo sentir culpa, estaba sola, necesitaba tomar una decisión e hice lo que pensé que era mejor: seguir la recomendación del médico, aunque sin pensar en pequeños grandes detalles: que Fran por el tema del corazón, no puedo exponerlo a ninguna pastilla que lo altere. 

Por eso cuando el neurólogo me dijo que doblara la dosis, hice todo lo contrario, se lo fui quitando paulatinamente. 

Algunos pensarán si estaba loca, no, no lo estaba; yo sólo sabía que no quería un niño-mueble ni tampoco un niño que fuera a terminar en un depósito de niños y aunque sabía que sería un camino más arduo, difícil y complicado, decidí no medicarlo: 

                                    ¡¡Quería a mi hijo devuelta y conmigo!!

A pesar de ello, el día se me volvía noche cuando lo veía día a día ensangrentado, sin saber qué más hacer y encima sola; pero Dios, aún en esos momentos, me presentaba ángeles en el camino y podía seguir andando.

A veces parece un sueño, a veces parece tan irreal, a veces parece tan lejano, pero lo cierto es que pasó en un tiempo de la historia de la humanidad, donde una madre, se animó a armar una balsa con sus propias manos y seguir río arriba, aunque muchos le dijeran que había un abismo, ella sólo sabía en lo profundo de su corazón que ese era el mejor camino para su ángel.


Sólo que en dicho viaje, hubo un desvío al cual el mismo río la derivó y aunque al comienzo estaba oscuro y medio opaco, finalmente llegó a un paraje hermoso lleno de flores silvestres, mariposas y cantos de pájaros que alababan a Dios por ese día tan maravilloso lleno de sol.




Toda historia tiene un final, 
pero lo cierto que el final, 
es el comienzo de una nueva historia....

Un viaje increíblemente maravilloso que se inició aquel día... 
¡¡UN DÍA CÓMO HOY, 08 DE OCTUBRE!!











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