lunes, 5 de febrero de 2018

Respuestas Inesperadas

Siempre digo que Francesco es mi Maestro Zen, porque gracias a Él entré en un maravilloso mundo, con altas y bajas, pero con mucho amor.

Si antes era observadora, con Fran lo soy aún muchísimo más. Y debo serlo, ya que él no habla y la forma que tiene para expresarse, antes eran los ojos del alma, pero ahora son más las expresiones y el tacto.



Era fácil reconocer cuando algo le gustaba y/o entusiasmaba, sus ojitos, carita y expresión lo decían todo. Aunque Francesco tiene Hipoacusia Bilateral Severa, tiene un pequeño resto auditivo en el oído derecho. Así que siempre le he hablado y lo sigo haciendo, creo que él, más que escuchar, siente la intención de las palabras.

Recuerdo bien esta foto, le estaba diciendo (señas nuestras incluídas) que debía ir a ordenar su habitación y levantar sus juguetes.

Su respuesta.... está más que clara!!!

Es por eso la necesidad de observar bien a nuestros hijos, quizás no siempre podamos recibir la palabra hablada como respuesta, sino que ellos tienen sus propios códigos para manifestarse.

Muchas veces me ha pasado que distintas personas me ofrecen algo para Fran, y mi respuesta es siempre la misma: "Pregúntale a él" y Fran si no conocía a la persona que le estaba ofreciendo algo, nunca aceptaba nada. Un capo.

La gente por lo general no ve a las personas con discapacidad sino que se centran más en la discapacidad que en la persona. Creen erróneamente que al tener Síndrome de Down, Autismo y ahora ciego, mi hijo no se percatara ni sentirá nada y no lo que podrá manifestar.

"No se va a dar cuenta" escuché un par de veces y si pasó algo, siempre siempre lo dice, obvio a su manera, pero se hace entender más que bien. 

Francesco es un ser excepcional, una persona muy sensible y se percata de cada intención. Si antes viendo sentía la intención de las palabras, ahora sin ver, siente esa vibra que la otra persona le genera y puede llegar a ponerse mal después que pasan las cosas.

Hay gente que se escuda en la ignorancia, pero la indiferencia no tiene nada que ver con la ignorancia, sino el no tener corazón, son seres tan terrenales que se basan sólo en las cosas materiales y no en la persona como son, aunque aparenten otra cosa.

Antes, cuando estábamos en la playa o en la pile, era fácil saber si Francesco quería ir. Hoy que no ve, estamos explorando este nuevo camino y nos percatamos que, haciendo una asociación de ponerle la misma ropa de baño y después llevarlo a la pileta, él lo recordará; porque lejos de lo que puedan creer, Fran tiene una excelente memoria y obvio, sigue aprendiendo por repetición.


Más allá que sabremos la respuesta, siempre le hacemos la consulta, no nos olvidemos que es una persona con sentimientos y lo tratamos como tal. 

Le decimos Francesco querés ir a la pileta, al mismo momento que le entregamos la ropa de baño y su expresión cambia inmediatamente. Además que en el acto comienza a cambiarse y se acuerda toda la rutina:
Desvestirse, colocarse la ropa de baño, sus crocs y colocarle el bloqueador. Hemos hecho la prueba de no ponerle el bloqueador, Francesco ni se mueve, de inmediato estira sus brazos haciéndome recordar que te estás olvidando de algo. Cuando está todo, levanta los brazos y choca las manos en señal de felicidad, que todo está más que bien. Es un genio!!

Lo mismo sucede cuando llega la hora de almorzar y cenar, ¿cómo sacarlo de la pile si está tan entretenido? y de la única manera posible: preguntarle.

Haciendo la seña le consultamos: Francesco, querés comer?
Y él va a decidir, si se queda más tiempo, aunque generalmente es sagrada la comida, así que sale de inmediato. 

Siempre me ha gustado hacerlo partícipe, aunque a veces pareciera que hablara sola, porque no escuchan una voz de respuesta. Sin embargo, la respuesta es otra, inesperada, única y hasta entre dos.

Hoy más que nunca tenemos códigos, señales, expresiones, inclusive cuando se queda parado, algunas veces es porque duda a dónde ir o esperando que lo asistas. 

Lo principal a parte de observar a tu hijo, consúltalo y espera que su respuesta se manifieste. Si la comunicación es hablada será mucho más fácil, pero también hay una fluidez en la comunicación no hablada y no necesariamente me estoy refiriendo a la Lengua de Señas, sino que, en el caso de Fran, hacemos una mixtura: sabe algunas pocas señas, otras son propias.

Hace tres años atrás, teníamos casi dominado el Autismo, o mejor dicho las características autistas que tiene Francesco. Armamos en el pasillo de casa un cuadro como este, que ya no recuerdo en dónde lo encontré, pero me sirvió para guiarme y lo ayudó mucho. 

Lo habíamos organizado de tal manera que él elegía qué ponerse, se cambiaba, organizaba su día, ayudaba a poner la mesa, etc. etc.

Además, en el baño de casa colocamos la secuencia para lavarse los dientes, las manos y también secarse. Así que Francesco cuando entraba, ya sabía qué hacer.

Hoy estamos aprendiendo cada día más en este nuevo camino por el cual venimos atravesando; pero lo principal es tener en cuenta a tu hijo/a si tiene discapacidad con mayor razón. Verás que el vínculo se afianzará cada día más.





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