Una manera de formar vínculos más cercano con Fran, inclusive antes de no ver, es tener un momento para nosotros, disfrutarnos. Le encanta pasarse a mi cama, cada día se maneja mejor dentro de casa, y ahí pedir masajitos.
Así que pongo música lenta y comienzo sus masajitos primero en el cuello y hombro.
Luego sigo en la espalda, arqueo la mano y comienzo con golpes suaves.
Es relajante para él, suelo ponerle cremita que coloco en los brazos, piernas, pies y espalda. Esparciendo suavemente.
Francesco feliz, es un momento de relax total y de una comunicación con él.
Luego se acurruca en mi y me pide le haga más masajitos en el cuello.
Más o menos nos toma un poco más de media hora. A él lo relaja y tranquiliza un montón. Mamá disfrutando también muchísimo.
Como no puedo dejar de pasar esta oportunidad, termino haciendo cosquillas y Fran se ríe un montón, mientras dure poco tiempo. 😉
Cuando Fran veía, además de los masajes y cosquillas, hacíamos guerra de almohadas. Me remonta a mi niñez cuando jugábamos con mis padres y hermano. Aunque los masajes si es algo mío 😊
Así que mamis, hagan la prueba con sus hijos, tengan o no discapacidad.
Es un momento feliz para nuestros hijos, además de algo único que siempre quedará en la mente y en los corazones de los chicos. 💖💖
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