domingo, 21 de enero de 2018

Viviendo el Duelo & Aceptación



Un tiempo antes de quedar embarazada de Fran había tenido un sueño, vi un nene en un balcón que me llamaba, levanté la vista y ahí estaba ese niño hermoso, brillante como el sol.
En eso lo escuché decir: 
"¿Mamá cuándo vendrás por mí?".

Supe que esperaba por mí, y yo quería tenerlo en mis brazos. Cumplir el sueño de cualquier mujer: Ser madre y tener muchos hijos.

En esa época, anualmente me mandaban a Colombia para capacitarme, adoraba viajar y más visitar Bogotá. Lo que no sabía era que aquel viaje, en Noviembre del 2002, sería distinto.


Mi periodo se había extendido más de lo normal y como no era muy hábil para las pruebas me salían neutras. 

Al llegar al hotel y encontrarme con una compañera se lo comento y me dice: "¡¡Estás embarazada!! en un break de la conferencia vamos a comprar una prueba." Lo único que me salió en ese momento fue un "bueno" más asombrada por tal certeza.

Así que eso hicimos, en el primer descanso que tuvimos, nos escapamos a la farmacia más próxima, recuerdo que mi amiga me hizo comprar una prueba que no conocía, neófita en el asunto, "tipo lápiz es más seguro y se puede hacer en cualquier momento del día" nos dijeron. Estaba todo listo, pero debíamos continuar en la capacitación y nos esperaba trabajo en grupos. 

Al terminar, nos fuimos a la habitación y de inmediato a realizarme la prueba... minutos después... mi amiga había estado en lo cierto!! Estaba Embarazada!!! 

Lo primero que hice fue llamar al papá para avisar, nunca había querido regresar tan pronto pero nos esperaban varios días aún: Terminar capacitación, desfiles, celebraciones por aniversario. 

Mientras los minutos, horas y días pasaban, cada vez que podía cerraba los ojos y abrazaba con el alma al pequeñito ser que estaba ahí dentro mío.

Al regresar, fuimos al médico, un amigo, quien confirmó la noticia del embarazo y me dijo que había tenido pérdidas, por lo que debía hacer dos cosas: Colocarme una inyección para que el bb se aferrara o no y hacer reposo total de inmediato. 

Al salir de la consulta, me enteré ahí misma que una de mis primas había dado a luz en esa misma clínica. Así que fuimos a visitarla y cuando me preguntó qué sería? mi respuesta sin dudarlo fue: "¡Hombrecito!"

A medida que fue creciendo la panza venían los dilemas por lo que sería, en especial con mi mamá quien estaba segura sería mujercita, pero mi respuesta siempre era la misma: "Será hombre" y compré todo en azul.



Generalmente cuando estás embarazada, puedes llegar a tener una idea del sexo de tu hijo, aunque a veces no escuchemos esa vocecita que nos habla y nos guía.


Así que organicé las cosas en el trabajo, mi familia armó una habitación en planta baja e hice reposo total. 

Fue súper difícil para mí porque soy hiperactiva, literalmente me salieron ronchas y el médico me dijo que debía tranquilizarme sino se me haría crónico.






La mejor forma de lograrlo, fue trayendo al lado de mi cama, mi pc. 

Cumplí con todos los exámenes habituales, el único que no me hice fue la amniocentesis, es un examen que sólo se hace si en algún examen se sospecha algo, como a mi me salió todo bien. No fue necesario.

Con altas y bajas, el embarazo siguió adelante. Francesco se estaba aferrando a la vida y yo lo ayudaba a concretarlo siguiendo las indicaciones médicas.


  



Es más, cuando en Junio del 2003 tuve riesgo de parto prematuro terminé internada, me hicieron una ecografría y nunca olvidaré las palabras del médico o técnico, ya no sé qué era: "Mira aquí está la cabecita todo bien, aquí está su corazoncito, todo bien." Sin embargo Francesco venía con cardiopatía congénita y supuestamente se veía todo bien. En fin.



A veces pienso que todo se confabulaba para que no supiera nada, cómo habría reaccionado yo de saberlo antes? no sé, pero me hubiese gustado para adelantarme y ayudarlo aún más.

Lo raro vino cuando el médico me revisaba, los latidos del corazón bajaban como si estuviesen invadiendo su espacio. Así que  se programó el nacimiento, en un momento iba a ser un viernes, pero como el padre no podía llegar, finalmente fue un lunes.

 

Generalmente uno disfruta el embarazo y entra dentro de los parámetros que se debe vivir durante 9 meses: Tener antojos, dormir mal, buscar una almohada para ponerla debajo de la panza, etc, etc.

Nadie espera tener un hijo con alguna discapacidad, nadie nos prepara para eso, es más pensamos "A mí no me va a tocar". Todos esperamos al niño modelo que continúe con lo que marca la sociedad, de ahí que entramos en un duelo.

Y está bueno llorar todo lo que quieras, uno llega a tener sentimientos encontrados, me pasó. 

Por un lado estaba el tema que quería instruirme sobre el Síndrome de Down, me compré un libro, pero al leerlo y ver las fotos lloraba peor que María Magdalena. No me arrepiento de haber llorado y lo admito, es la mejor forma de descargar todo ese sentimiento de una vez por todas.


Cada uno va a vivir su duelo a su manera. El padre, los abuelos, la familia, los amigos. 

Sin embargo es importante cómo lo va a pasar la madre, si es necesario apoyo profesional o no, dependerá de cada circunstancia y necesidad interior de cada mamá.


Yo sólo puedo comentar lo que viví, mi experiencia en este proceso, porque quizás pueda servirle a alguien, ya que apenas nos pasa, solemos tratar de responder: "¿Y ahora qué?" y salimos a buscar información al respecto, más ahora que navega tanto; pero debemos tener cuidado.


Y quizás hagamos eso en automático como me pasó, porque cada día que pasa estás dejando partir ese modelo de niño perfecto que te inculcan desde chica, porque nadie nos prepara para un hijo con discapacidad. Eso lo vas descubriendo en el camino.

Es tan importante los primeros días, el apoyo de tu familia, estoy convencida que si mi madre no hubiese estado conmigo todo hubiese sido mucho más difícil.



El tiempo que uno procesa el duelo en todos es distintos, yo no puedo decir con exactitud cuánto demoré yo, pero creo que fue corto, porque desde el primer instante me enamoré profundamente en esa cita a ciegas, desde el primer día que lo tuve entre mis brazos.

Sentirlo conmigo cada vez que lo cargaba, lo apachurraba y lo besaba, haciéndole sentir así, todo mi amor por él.

Quizás sin saberlo mi duelo fue transformándose en amor y más amor por Él. No sabía lo que me esperaba, sólo le agradecía a Dios y al Divino Niño por dejarlo conmigo, por permitirme cuidarlo.


Así que, atravesé el duelo casi sin pensarlo y la aceptación vino de la mano con el Amor, en cada beso, en cada vez que me lo apachurraba y me derretía con cada una de esas bellas sonrisas que me brindaba, cada puchero, en sus travesuras y escucharlo reír era música para mis oídos.



Por eso les aconsejo que vivan cada proceso, que abracen el dolor llorando todo lo que puedan, pero al mismo tiempo, disfruten a su hijo/a verán que quedarán totalmente enamorados, porque nuestros hijos nos necesitan bien de mente y cuerpo.

 



Deben de saber que nosotros estamos para acompañarlos con mucho amor, mucha paciencia, mucha dedicación. Nunca se encasillen en etiquetas, sólo deben usarlas para tener un buen diagnóstico que los ayude a brindarle todas las herramientas que sus hijos requieren para tener una mejor calidad de vida.


 

Para mi, Francesco es mi vida, el amor más grande y puro que podía tener. 
Me siento totalmente bendecida de tenerlo conmigo hasta que Dios lo decida. 
Lo amo de aquí al infinito ida y vuelta, soy mamá antes que mujer y siempre es mi prioridad. Aunque a veces me olvido de mi misma, en especial cuando me necesita, lo dejo todo por él; pero eso también es un aprendizaje que debo llevar a cabo: Buscar el equilibrio, ocuparme de mi sin descuidarlo a él. Tarea recontra difícil, pero no imposible.

Me he declarado a mi misma como la Guardiana Terrenal de este hermoso Ser de Luz que llegó a mi vida, y así ser mi Maestro Zen y ayudarme en mi crecimiento espiritual. 




Es muy exigente este jefecito, porque siempre me anda probando y me pide creatividad y más creatividad. Además Francesco llegó para Abrir Caminos y así me lo demuestra siempre. Él es quien guía mi vida, el verdadero jefecito y mi vida entera. Dios lo Bendiga por siempre.








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